Icnitas de dinosaurio en La Rioja

VISITA A YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS DE HUELLAS DE DINOSAURIOS EN LA RIOJA

Hoy nos desplazamos hasta La Rioja, concretamente a La Rioja Suoriental para conocer una zona rica por la cantidad, por el gran abanico y por la excelente condición de preservación de huellas de dinosaurios. Se trata de una zona privilegiada a nivel mundial con ciento diez yacimientos de icnitas de dinosaurio diseminados en veinte pueblos. Existen tres rutas para recorrer estos pueblos: Alhama-Linares, Cidacos y Leza-Jubera.

Huella de dinosaurio terópodo.
Sólo en Enciso encontramos más de 3.000 huellas y si queréis, podéis visitar el Centro Paleontológico de Enciso. En él descubriréis un bonito museo, podréis entrar en el laboratorio del tiempo, realizar actividades multiaventura y empaparos de la divulgación científica que abarca la zona.

Para ponernos en situación, tenemos que imaginar que en este lugar, vivieron unos animales ya extintos, los dinosaurios, hace aproximadamente 130 millones de años, en el Cretácico inferior. En esa época había un clima tropical, a causa de la distribución de las masas continentales. En concreto, la zona estudiada era un lugar lacustre, pantanoso y fangoso, rica en vegetación. Dependiendo del nivel de sequía, el nivel de estas aguas subía y bajaba, quedando zonas de barro por las que caminaban estos animales. Si sus huellas posteriormente quedaban sepultadas por nuevos depósitos de sedimentación, tenían probabilidad de compactarse y litificarse con el paso del tiempo. Estos animales vivían teniendo una actividad directa con el sustrato, ya fuera duro o blando. En él dejaban marcas de como se alimentaban, como se relacionaban, como quedaban en reposo, como se movían, como luchaban, si vivían en grupo o solitarios, si reptaban, si pastoreaban, si depredaban, si se escapaban, etc. El animal impregnaba su pisada en un material plástico, blando y rico en agua, que se endurecía y por encima de él se acumulaba sedimento. Posteriormente se compactaba y litificaba, transformándose en roca. Finalmente, la erosión de las capas suprayacentes, provocó el afloramiento en superficie de estas capas que albergan dichas huellas.

Estudiando la disposición de todas estas pistas, podemos analizar y explicar algunos de estos yacimientos, visualizando huellas de diferentes dinosaurios, carnívoros (terópodos) y hervíboros (saurópodos y ornitópodos), como por ejemplo el afloramiento de Valdecevillo de la ruta Cidacos. En esta zona encontramos rastros de un grupo de dinosaurios hervíboros que caminaban sobre sus patas traseras. Sus huellas pertenecen al Iguanodón (ornitópodo), características por sus formas redondeadas y dedos cortos.

En la parada de la siguiente fotografía se pueden ver las huellas de las patas de un dinosaurio carnívoro bípedo, con forma de dedos alargados terminados en unas garras afiladas.

Huellas de dinosaurio carnívoro bípedo en afloramiento de Valdecevillo.
Los carnívoros al desplazarse, se apoyaban en sus tres dedos, dejando huellas tridáctilas. Los dinosaurios carnívoros, como en el caso de los terópodos, caminaban con sus dos patas traseras. Estas patas eran fuertes y ágiles.

Huellas de dinosaurio carnívoro bípedo en afloramiento de Valdecevillo.
En el afloramiento de Navalsaz, se observan huellas muy grandes y anchas de dinosaurios hervíboros bípedos, con dedos redondeados, sin marcas de zarpas. La huella en la siguiente fotografía, pertenece al dinosaurio más grande encontrado en toda La Rioja. Mide 75 centímetros de largo y de ella se deduce que la pata de este enorme animal podría medir 4,2 metros.

Huella del dinosario hervíboro más grande de toda La Rioja - Navalsaz.
Este tipo de huellas se dice que es de animales ornitópodos, con pies de tres dedos, que caminaban sobre dos patas, apoyando en ocasiones las extremidades anteriores.

Conjunto de huellas paralelas en Navalsaz.
A partir del estudio de las huellas, se ha podido deducir que los dinosaurios hervíboros vivían en manadas. Al ver varias pisadas juntas de parecidas características, se cree que estos animales se movían en grupo, es decir eran gregarios. Las trayectorias que se pueden ver, algunas se cruzan y otras son paralelas. Todo apunta a que estos animales iban juntos en grupos a esta zona pantanosa, quizás para alimentarse, para beber, para reproducirse, etc. En cambio, debido a su innata capacidad depredadora, los dinosaurios carnívoros, no demostraban el mismo comportamiento y vivían en solitario o en pequeños grupos.

Simulación lucha entre dinosaurio carnívoro y hervíboro.
Huellas de la lucha entre dinosaurio carnívoro y hervíboro.
Esta fotografía representa la depredación o lucha entre un dinosaurio carnívoro y un hervíboro de similares y robustas dimensiones. Se pueden analizar las huellas de ambos animales a lo largo de la ladera de la montaña, incluso se aprecian marcas de coletazos en el sedimento.

También podemos ver huellas de Braquiosaurio, dinosaurio hervíboro de grandes dimensiones, que caminaba sobre sus cuatro patas. Se dice que se asemejaban a los elefantes por su manera de andar.

Huella de Braquiosaurio con escala humana.
En esta fotografía vemos la representación de un Saurópodo e imaginarnos sus dimensiones. Era un dinosaurio hervíboro que caminaba con las cuatro patas y podía alcanzar pesos de 100 toneladas. Vivían agrupados en manada y usaban sus largos cuellos para alimentarse de hojas de árboles altos.

Maqueta de Braquiosaurio con escala humana.
En Peñaportillo hay marcas de la cola, de al parecer un Estegosaurio, que dejó en el sedimento su marca de desplazamiento.

Maqueta de Estegosaurio con escala humana.

Cerca de Igea, entre La Cañada y el Villar, se puede visitar un tronco de árbol fósil perfectamente conservado. El tronco mide 10 metros de longitud y tiene un diámetro de 40 centímetros de base y 20 centímetros en su parte superior. Su buen estado de preservación es debido a que una vez el árbol muere, se inicia un proceso de putrefacción de las partes orgánicas, posteriormente se inician unos procesos sedimentarios que interactúan con las partes restantes, se entierra en profundidad, se inicia una alteración química y se litifica (proceso de formación a roca mediante la diagénesis). La fosilización del tronco se puede considerar un evento, ya que es algo que sucede pero no se repite frecuentemente. Para ello, son necesarias condiciones casi extraordinarias de preservación. La composición esquelética de los vegetales se forma fundamentalmente por lignina y esta al fosilizar es substituida por diferentes minerales: cuarzo, ópalo, carbón, etc.

Tronco fósil.
En la siguiente fotografía se puede apreciar cómo un terremoto provocó el desprendimiento del barro, deslizándose hacia una zona más baja.

Deslizamiento de barro fósil producido por terremoto.
En Las Navillas existen pisadas aisladas de dinosaurio carnívoro de tamaño grande. Estos dinosaurios eran rápidos y ágiles y se caracterizan por tener el segundo dedo más largo.

Huella de dinosaurio carnívoro.
Los terópodos caminaban sobre sus dos patas traseras, tenían garras y uñas. Sus extremidades anteriores, también provistas de garras, eran cortas, ya que no las necesitaban ni para desplazarse, ni para descansar ni apoyarse, ni para alimentarse.

Huella de dinosaurio carnívoro
Los dinosaurios terópodos tenían tamaños diversos, desde pocos centímetros, como por ejemplo el Compsognathus, hasta superar la decena de metros de longitud, como es el caso del Tyrannosaurus rex.

Huellas de dinosaurio carnívoro terópodo.
Maqueta de carnívoro.
Huellas de dinosaurio carnívoro.

Huella de dinosaurio carnívoro.

Huellas de dinosaurio carnívoro.
En el yacimiento de Fuenteamarga se han encontrado más de trescientos huesos de un reptil volador (Pterosaurio).

Desde Geopaseos os animamos a conocer esta zona. Os indicamos las poblaciones en las que hay yacimientos. En cada uno de ellos, verési indicaciones y paneles informativos.

Ruta de Leza/Jubera: Soto, Terroba, Muro, Cabezón, Aldeanueva, Laguna, Torremuña, Hornillos, San Martín, San Vicente.
Ruta Cidacos: Arnedillo, Peroblasco, Munilla, Enciso, El Villar, Poyales, Navalsaz, Préjano.
Ruta Alhama/Linares: Muro de Aguas, Cornago, Igea, Rincón de Olivedo, Inestrillas.
Mapa de la zona de yacimientos paleontológicos.